sábado, 14 de enero de 2017

El fantasma de Canterville

Muchas veces intentamos proyectar una imagen muy concreta  de nosotros mismos que provoca una reacción muy distinta. ¿A ninguna le ha pasado? En el aeropuerto, por ejemplo, vas muy divina tú con tus leggings, tus botitas, tus gafas de sol, tu abrigo oversize de estos que tanto se llevan y esas ondas surferas de lo más in. Pasas por el control de seguridad y acabas en calcetines, con las ojeras hasta los carrillos y los cabellos tan embrujados que el de seguridad te pide que te pongas aun lado para hacerte una pruebita antipsicotrópicos porque la pinta de mendiga que tienes le pone alerta. Tu voz de recién despierta refuerza aún más la pinta de borracha que llevas y ya, si te tambaleas para volver a ponerte las botas, ni te digo.
Pues tú imagínate que eres un fiero fantasma y no consigues asustar a la gente y que te acaban haciendo las bromas a ti. Vives en un castillo muy tranquilote tú, con tus cadenas, tu cuerpito transparente, tu repertorio de ruidos extraños para alejar a cualquiera que se atreva a entrar y llega una familia.
Te pones manos a la obra para espantarlos y, lejos de temer tu presencia, se enorgullecen de ella y les pareces de lo más divertido. ¡Ni que fueras una payaso!
Te ofendes, claro está. Sacas tus armas de espíritu tenebroso y lo único que consigues es enojar a la señora de la casa porque te empeñas en hacer aparecer una mancha de sangre en la alfombra que la mujer intenta hacer desaparecer con aguarrás. El marido quiere exhibirte en un circo o poco menos. El chiquillo te trae por la calle de la amargura y tú ya no sabes qué hacer. Menos mal que hay alguien que te entiende...
Se trata de un clásico muy corto que se lee en nada y menos, pero que entretiene. Quizás un ejemplar bueno con el que comenzar si quieres alejarte de tu zona de confort y dejar por un momento las novelas juveniles aun lado.

2 comentarios:

  1. Aún no lo he leído y creo que me gustaría, pero es que tengo tantos ya empezados que al final nunca acabo uno.. Pero apuntado queda! Ay, hacía tiempo que no me pasaba por tu blog, en mi mente pensaba que seguía abandonado *_* Menos mal que no!
    Un beso!

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    1. Hola Muffincita linda :)
      Tranquila,no estás sola. Yo también padezco infidelidad lectora. Empiezo varios, incluso el mismo día. Ya me cuentas si te gusta *_*
      Sí, se me han muerto hasta las carpas de la tetería y las infusiones se me han quedado algo rancias, pero me apetece volver.
      Este mes habrá entrada cada dos días, por si te apetece golisniar ;)
      Gracias por pasarte. Besotes :* :* :*

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