martes, 24 de diciembre de 2013

Aniversarios

Todos celebramos cumpleaños, bodas, bautizos y comuniones...también celebramos fiestas nacionales, la Navidad, la semana Santa, el día de San Valentín, el del SIDA,el día de la mujer trabajadora, el de la mujer maltratada, el del orgullo gay y muchas más fechas que ahora mismo no se me ocurren.
Pero ¿que hay de los divorcios y las separaciones? ¿No los celebramos? Puede que porque nos traigan recuerdos de momentos en los que éramos felices junto a una persona determinada, porque ya no estamos junto a ese ser y nos entristece. También puede ser que sintamos sentimientos rencorosos hacia esa persona y que por eso no queramos ni acordarnos de ella. Pero lo cierto es que si alguna vez hemos estado con esa persona y la hemos querido, donde antes había fuego puede que ahora solo queden cenizas, pero algo queda. Lo que cada uno haga con ellas es cosa suya. Podemos barrerlas y fingir que nunca ha pasado nada. Pero el CSI Miami de nuestro corazón descubriría que estamos intentando encubrir nuestros propios sentimientos, haciendo que estos se conviertan en verdugos de nuestras emociones. Suprimiéndolas hasta que ya no quede rastro de ellas. Pero el crimen perfecto no existe y siempre se acaba descubriendo quién es el asesino...y si no se llegase a descubrir, este mismo estaría suicidándose con pequeñas dosis de cicuta de esa conciencia intranquila que no lo deja descansar en paz.
Justo es lo que necesitamos cuando acabamos una relación: Paz.
No quiero decir que haya que celebrar un aniversario de despedida con ese ser querido al que ya no adoras como antes, que quizás odies o desees olvidar. Pero si por casualidad te acuerdas o te lo encuentras puedes celebrar que ya no estás a su lado y que eso no te ha impedido evolucionar como persona.
Dicen que del amor al odio solo hay un paso. Pues del orgullo a la paz hay la misma distancia.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Dos veces

Has soñado con ello. Ya te ha pasado por la cabeza con los ojos abiertos. En el alfeizar de la ventana ya te has sentado. Has vacilado, pero esa línea nunca la has cruzado. Leyendo un libro en esa postura varias veces te has quedado. Y en más de una el equilibrio te ha fallado, el viento te ha querido ayudar pero tú no has aceptado. ¿No era esa tu decisión? No, me lo he pensado.
Como las cuentas de una pulsera en la mesa las has dejado. Las has puesto en fila. Has hecho un círculo con ellas pero no te las has tomado. Hubiese sido fácil. Ni te hubieses enterado. Pero te lo has pensado.
El desayuno se te ha enfriado, el almuerzo ni siquiera lo has preparado. Tus entrañas protestan a la hora de la merienda. Con agua ahogas sus gritos y con una de esas cuentas calmas el latir de tu consciencia. A la mañana siguiente abandonas tu contienda. sin necesidad de pensarlo.
No es vértigo ni aversión por los fármacos. No se trata de ser cobarde para tomar una decisión o valiente para enfrentarte a tu destino. Pues sin necesidad del mirarte al espejo sabes que has perdido. Tu objetivo se ha adelantado. Ante ti lo encuentras mirándote a los ojos. No hay necesidad de intercambiar palabra. El mensaje está claro, aunque nadie lo entienda.
"La vida es una mierda", dicen las malas lenguas; mientras, las pituitarias prodigiosas aseveran que simplemente "apesta".
Pero tú sabes que no es cuestión de observación ni de aromas: Galletas de sésamo, incienso de sándalo y té de canela. Esas rosadas mejillas y esos labios carnosos. Sin necesidad tener un cuerpo pestilente en avanzado estado de composición bajo esa frondosa cabellera con olor a azucena, sabes lo que tu aspecto desmiente.
Eres un mero recuerdo inerte que bajo ese latido disimula su muerte.


sábado, 12 de octubre de 2013

¿Mercurio, cuándo has pasado de moda?

Una se casa en Punta Cana en vaqueros y con unas botas negras de infarto. Quizás poco apropiadas para el evento, pero más favorecedoras que un vestido blanco, seguro. Hemos de recordar que los limones son muy chiquitines; y verlos con un vestido largo y pomposo sería una horrible pesadilla (Como si las pesadillas pudieran ser hermosas).
Por supuesto, se trata de una ceremonia civil oficiada por un caballero conocido. El señor Pistacho. Equipado con la siguiente indumentaria: americana azul, corbata a juego, calcetines blancos, zapatillas deportivas del mismo color y un kilt escocés (Es que los cuadros están de tendencia). Para completar el look, un taburete de tres patas sobre el que estaba sentado mientras ordeñaba una cabra enana. La cabra no tenía nombre, pero juraría que se llamaba Camila. Tenía pinta de eso.
Mi novio novia: Una tortuga boba (se llama así la especie, no quiero insultar a nadie) con unas envidiables pestañas me sonríe. Y los invitados...¡Una élite! Entre las eminencias que asistieron al banquete se encontraban: Obelix y Mafalda que estaba enfadada porque de primero había sopa.
Cuando nos disponíamos a vivir una vida en armonía juntos nos persigue la interpol. Somos sospechosos de habernos casado por conveniencia para que mi esposa pudiese seguir perteneciendo a una de las especies protegidas y, de esta manera, salvarse de los cazadores furtivos.
Aún no habíamos empezado la luna de miel y ya teníamos a los detectives pisándonos los talones. ¿Qué hacer en estos casos? ¡Llamar al "Equipo A", por supuesto! Nos sacaron de la República Dominicana en un dragón que iba cambiando de color (rojo, verde, violeta o amarillo) según fuera mejor uno que otro para el camuflaje.
¡Qué dolor de cabeza! Menos mal que era un sueño. De los emocionantes, pero un sueño después de todo. Se nota porque yo no hubiese invitado a Mafalda...seguro que fue ella la que se inventó lo del matrimonio de "inconveniencia".
Pipipipi: El termómetro marca 35º, pero tiene que estar mal. Seguro que tengo fiebre, así que voy a la farmacia:
-¡Hola Lemon! Todavía no nos ha llegado la crema. (Sí, en la farmacia me conocen porque me gasto más en drogas recetadas que en ropa).
-No vengo a por eso. Quiero un termómetro. Pero no de esos que suenan, sino de los otros: Los de "toda la vida".
-¿No te gustan los digitales?
- No. Creo que no son de fiar. Tengo fiebre y me marca 35º  el que tengo en casa.
-Puede que no tengas fiebre y solo sea malestar.
-Ya...claro. ¿Y por eso me he casado con una tortuga? ¿Me deja un termómetro de los de mercurio?
-Es que ya no los fabrican.
-¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿Cómo???????????????????????????
- Es que el mercurio era bastante venenoso y, como las madres le ponían los termómetros en la boca a los chiquillos, los han retirado...
- Ya, bueno ¿pero sabe dónde podría encontrar uno de esos todavía?
- Ahora hay unos más gorditos con Galio que...
-¡Ese es de los "de toda la vida"! Lo que yo quería.
-Pero no tiene mercurio.
-¡Da igual! Me llevo este con sucedáneo de mercurio que me hace el apaño. Y deme mucho paracetamol que no quiero dormirme así. Despertaría en mi noche de bodas y no me va la zoofilia por muy bonitas que sean las pestañas y por más encantadora que tenga la sonrisa.
El farmacéutico accede con cara de poker.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Tétrico

Lunes. Sentada en una silla giratoria con el ordenador delante y el teléfono al lado; la puerta al frente y ocho despachos a tus espaldas; a la derecha la sala de reuniones. Las ventanas están cerradas. Hay una tormenta de arena y el aire acondicionado está encendido, el aparato apenas suena y tienes que concentrarte para oírlo. Cuando casi lo has conseguido suena el teléfono. Han colgado.
El silencio es sepulcral. Así pues, no tienes más remedio que darle al botón izquierdo del ratón para escuchar a la impresora. Te levantas a por el documento aún caliente, casi tanto como el aire que se respira en la calle.
Un día perfecto para trabajar sin que te molesten. Lástima que no haya nada que traducir. Puedes adelantar un poco la facturación, revisar el acordeón de entrega o hacer el control bancario que ya has hecho el jueves pasado. Demasiado temprano para hacer el arqueo. Demasiado tarde para desayunar. Demasiado tranquilo para no aprovecharlo.
Empiezas a leer una comedia para contrastar un poco el ambiente frío y triste de la oficina desierta. Trata de una mujer que se separa de su marido y se aburre porque no tiene con quién discutir. Es graciosa. Pero tu mente viaja hasta tus propias sonrisas. Esas que producen tus recuerdos de hace tres días.
La compañía justa y necesaria y, para variar,unos cuantos dromedarios. Recuerdas que montaste a Messi, pero aún así fue divertido. Se balanceaba de un lado para otro. Un medio de transporte en el que depositabas poca confianza, teniendo en cuenta que el cinturón de seguridad era una cuerda atada. Pero a medida que transcurría el safari se volvía más y más relajante. Incluso parecía que el camello se reía de ti cuando te bajabas, porque te veía la cara de miedo que se te quedaba. Pero quién más se reía era el que iba al otro lado de la joroba porque pudo vislumbrar el pánico de tu mirada durante toda la travesía. Cuando abrías los ojos, claro está. Merecía la pena hacerlo solo por ver su cara de felicidad. Este y otros pensamientos más cursis todavía, que no escribiré, inundaban mi psique.
Mi mirada se desvanecía en el horizonte, donde de repente la arena del desierto se convertía en la tormenta de calima que dejaba las ventanas hechas un poema. El velatorio había acabado y mis compañeros volvieron a sus puestos de trabajo. Alguna que otra lágrima en los ojos y un centro de flores que se quedó a mi vera, como si para mi fuera.
-"Curioso", pensé, "flores muertas que lucen con el último halo de vida junto a un fiambre al que un tanatopractor le ha sacado el mejor partido posible, dadas las circunstancias".
Mientras contemplo los hermosos, a la par que tétricos, cadáveres vegetales entra alguien y dice:
-Bonitas flores. ¿Es tu cumpleaños?
-Sí.
-Felicidades.
-Gracias.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Arco iris low cost

Muchas veces en el supermercado juzgamos un producto por su envoltorio. Nos llevamos el que tenga la foto más bonita, el que sea de un color más vistoso o el que más se ajuste a nuestras necesidades según su carátula. Sin ir más lejos, con el maquillaje ocurre lo mismo: "todo lo que es negro tiene que ser bueno y lo dorado caro", pensamos.basándonos en las "grandes marcas" del mercado. Pero no siempre es oro todo lo que reluce. Como ejemplo podemos poner ese famoso desmaquillante bifásico de marca blanca de ese supermercado francés tan conocido. Sí, sí, todos los limones aquí presentes me entienden. Ese del que hay dos versiones: La normal con un bote transparente de toda la vida y otro pro en un bote negro. Ambos productos contienen los mismos componentes, en el mismo orden incluso, aunque desconozco si también en la misma cantidad cada uno de ellos. La única diferencia aparente es el envase y el precio, claro está.

De esta manera, cuando buscamos algo barato, por lo general, nos guiamos por el arco iris low cost. De manera que, si necesitamos unos muebles baratos que nos sean funcionales, pesen poco y tengan algo de gracia lo más probable es que visitemos esa tienda sueca. Ese laberinto sin fin, con un montón de "obstáculos" visuales que hacen que te entretengas en cualquier esquina, te lleves lo que no quieres y olvides por completo lo que de verdad andabas buscando. Un buen sitio en el que encontrar lápices gratis. Incluso un restaurante perfecto para estudiantes Erasmus a los que, aún estando las navidades a la vuelta de la esquina, no les han ingresado la beca. Un menú de aspecto sospechoso que el susodicho arriba nombrado engulle sin muchos miramientos. Después de eso no querrá ver una salchicha en su vida (qué mal ha sonado eso), pero habrá sobrevivido el primer semestre. 

También existe el caso del estudiante Orgasmus que prefiere aprovechar la ubicación, la novedad, la falta de control paternal, el tiempo libre y no tan libre o cualquier otro paradigma para viajar. Pero es estudiante y como la propia palabra indica: usuario del arco iris low cost. Así pues, comprará un billete por internet, facturará on- line y, por supuesto, viajará sola y exclusivamente con equipaje de mano. Una mochila del decathlon de toda la vida...la vida de la tienda claro, porque antes era otra cosa

Pero aunque lleve una mini maleta de cabina elegirá esa aerolínea irlandesa. Sí, sí. ¡Esa, esa! La más barata. Esa que tiene esos asientos de guagua urbana en los que, en condiciones normales, apenas te sientas. Esa que cobra muchas cosas "esenciales" para la gente que suele viajar con otras compañías y que tanto les indigna. Cosas que no necesita nadie que lo único que quiera es que lo lleven a otra parte, a conocer mundo y a pasar experiencias inolvidables. Alguien que, con la ayuda de un buen libro, convierte el viaje en avión en un "interviaje" a otros mundos antes de llegar al país de destino. 

Lo sé. Es difícil concentrarte en una historia cuando intentan venderte cigarrillos electrónicos y calendarios de azafatas (solo en invierno) durante todo el trayecto. Que dicho sea de paso: ¿Por qué no hacen uno de azafatos? Sería más interesante, no cabe duda.

Pero hay veces que lo barato sale caro. Uno consigue muebles que con suerte conseguirá revender si no se han disuelto antes por la acción de alguna fiesta. Antes bien, por mucho que se consiga vender el armario queda mucha basura muchos recuerdos, fruto de los múltiples viajes que hemos hecho gracias a esa aerolínea tan barata. ¿Y ahora qué? Utilizamos nuestro barómetro "arco iris low cost" y buscamos los colores económicos por excelencia para encontrar la solución definitiva y poder llevárnoslo todo, incluido ese sombrero mejicano...

Ahora bien, en correos descubrimos que no hay que juzgar a un libro por su cubierta. Nos sale más barato ir a Finlandia que traernos todos esos cachivaches, que ni nos caben en el cuarto. Así pues, decides donarlos, regalarlos, subastarlos, tirarlos o pintarlos de colores low cost antes de mandarlo en cohete a velocidad caracol a nuestra humilde morada.

sábado, 24 de agosto de 2013

Un día de esos...

en los que:
-te preguntas qué demonios estás haciendo con tu vida. Más allá de los míticos ¿a dónde vamos? y ¿de dónde venimos? El primer interrogante es mucho más trascendental, a la vez que simple, que las otras dos cuestiones. Pues mientras el segundo y el tercero poseen un sentido global y son tema fundamental de varios filósofos, el primero solo nos incumbe a nosotros mismos. A un solo individuo. 

Es por eso que es un día de esos en los que:
-eres egoísta y solo tus problemas te importan. Son los peores. Seguro que no. Pero para ti lo son. No hay nadie que lo esté pasando peor por muy cruel y despiadada sea su muerte. "Al fin y al cabo encontrará la paz después de tanto sufrimiento". 

De manera que es un día de esos en los que:
-los males ajenos no te "consuelan" y no hacen que pienses que tienes una vida maravillosa con respecto a muchos otros seres. Si bien las comparaciones son odiosas, las haces para hundirte más en tu pozo de excrementos putrefactos, sentimientos cadavéricos, pensamientos pestilentes y reflexiones nauseabundas. 

Por este mismo motivo es un día de esos en los que:
-evitas tener contacto humano alguno. Solo alimentaría tu ira. No deseas que te pregunten nada. Ni siquiera la hora. Nada que ellos quieran saber de ti es de su incumbencia. Aunque, quizás sea lo que necesites. Hablar. En realidad, quieres hacerlo. Pero tienes tus predilecciones. No hablarías con cualquiera. 

Pero debido a ese "capricho" es un día de esos en los que:
-te sientes ignorado. Y el malo eres tú, por pretender captar la atención de alguien. Por pretender que alguien te haga caso por obligación. 

Aún así, si respondiese, podría convertirse en uno de esos días en los que:
-comenzarías diciendo: me encontré a Laura y me dijo que [...]. Después de ello, en el caso que te respondiese, te diría: Bueno ¿y tú también quieres hacerlo porque te lo haya dicho ella?¿Qué es lo que quieres hacer tú? Te sientes vacío y no por no haber comido. Y romperías a llorar...

porque es un día de esos en los que:
-da igual que sea sábado. No sabes si cortarte las venas o dejártelas largas. Optas por la segunda opción porque sabes lo difíciles de mantener que son los peinados a lo Victoria Beckam y eres, por naturaleza, una persona práctica. Además, crees que es de cobardes cortar por lo sano y seguir la moda. 

Pero ¿qué ocurrirá la próxima vez que vayas a la peluquería?
¿Cambiarás de opinión?
¿Te convertirás en una fashion victim?

Sabes que volverá a haber un día de esos en los que...


sábado, 27 de julio de 2013

Llega tarde para poderte esperar...


...si te das prisa, quizás, no llegues jamás.

El domingo volvía del aeropuerto de despedir a un pirata que prefiere los pájaros voladores a los galeones. Como todas las despedidas esta no podía dejar de ser agridulce: Se iba, pero nos volveremos a ver.
Entre sonrisas y lágrimas tácitas tomé el interurbano. Parecía que me aguardaba a la puerta para que no fuese tan duro el "hasta luego".
Este transporte ha sido testigo de grandes momentos de mi vida; el lugar en el que he tenido grandes revelaciones, reflexiones y trabes mentales varios. Y es que tener tiempo es lo peor, pues te da por pensar...aunque no hay que culpar al tiempo, pues, en ocasiones, aunque no dispongamos de él, nos excedemos en pensamientos.
Sin ir más lejos, ese mismo domingo, al ver que íbamos por el tercer carril de la autopista a una velocidad endemoniada tomé consciencia de la situación. Pensé en lo que podría pasar, en que no llevamos cinturones de seguridad y en lo fácil que sería salir disparado si se produjese un frenazo, sin necesidad que hubiese un accidente. Para tranquilizarme me repetía lo seguro que es el transporte público.
Y, como si alguien me leyese la mente y el destino me quisiese dar una lección, la velocidad disminuyó estrepitosamente hasta quedar totalmente parados. En mis cascos sonaba una canción titulada Ferrol. No había muchos coches delante de nosotros. De hecho, solo había una moto volcada a la izquierda y su conductor al otro lado. En un "plis plas" varios chalecos reflectantes apartaron la motocicleta y todos pedazos que de ella se habían desprendido. Una vez despejado el camino continuó el viaje.
Todo había quedado en un susto  que el pasado jueves se convirtió en recuerdo.

¿Por qué desconfiamos de conductores que tienen complejo de Fernando Alonso y, 
sin embargo, nos quedamos dormidos cuando el chófer es el mismísimo Ghost Rider 
simplemente porque es el transporte público?

Las prisas no llevan a ningún sitio al que, personalmente, quiera llegar.
Pues a los que en ese lugar ya habitan no los vamos a ver jamás.

domingo, 9 de junio de 2013

La princesa encadenada

Es junio. A mi vera, en el silencio, como un ángel descansas. Las altas temperaturas de esa noche de casi verano, más altas por ser noche que por ser verano, me desvelan. Así pues, como una pantera me concentro en el sonido de la sabana que forman las almohadas que entre nuestros cuerpos hacen de muralla y las colchas caídas sobre las que descansa tu peluda minina. Como dos felinas de la misma manada nos miramos en la oscuridad de la noche cual guardianas del descanso de la princesa cherokee.
Reina de la sensualidad, libertad personificada, siempre en simbiosis con la naturaleza estás.
Un leve movimiento casi imperceptible de tus caderas hace que te destapes. Tus formas sinuosas quedan al descubierto. En tu rostro una clara mueca. La misma sonrisa de esta tarde mientras te dejabas acariciar por Helios. Dorada como el caramelo, dulce como el chocolate.
Tus ojos de menta hacen que el tiempo se detenga sin dejar de fluir en armonía. Como un río, sin ataduras. Estoy convencida de que nunca las tendrás. Sabrás escapar de cuantas trampas haya en el bosque. Huirás cual cervatillo y plantarás cara como la leona que eres.
Nunca me pertenecerás. No intentaré poseerte. Simplemente disfruto de tu presencia como del canto de  aquel ruiseñor de las mañanas, pájaro libre que viene a nuestra ventana, nos deleita con su actuación y luego se marcha.
Tranquila me acuesto con la melodía de tu pecho.
Asustada me despierto. Todo ha sido un sueño. La pesadilla es real.
Inmóvil. Nunca más te podrás desplazar, pues tus pies a esa tierra clavados están.
Inerte. Has perdido tu libertad, tu vida, tu esencia e incluso el brillo de tus ojos.
Maniatada. Ese canalla te consiguió enjaular.
Amordazada. Porque tu sonrisa ya no es real. Finges ser feliz porque es lo "normal", "ley de la vida" se hace llamar.
Encadenada por tus propias entrañas. De ellas brotan cadenas. Una bola de preso que estás condenada a cargar como Atlas con el Orbe carga.
Un efecto secundario que padecerás toda tu existencia. Una nueva vida que ha acabado con la tuya.
Un ser que ha nacido con un Karma del que nunca más se podrá desprender.
Tú lo llamas familia, yo cárcel sin salida. Cadena perpetua voluntaria.
Si fuese creyente rezaría, pero por no serlo solo me cabe desear.
Deseo que escapes de la jaula, que arrastres esa bola de metal que ya sola anda y cargues con las cadenas de esa segunda bola que aún en lo hondo de tu ser se haya. Deseo que tu corazón te convenza de que tu mente es injusta y de que tu felicidad importa.
Desearía que volvieses atrás, pero como ese deseo de nada vale, simplemente deseo que seas feliz.

lunes, 3 de junio de 2013

En coma

-Enfermera: ¡Se ha movido! ¡Estoy segura! Ese limón acaba de respirar.
-Médico: ¿Pero qué bobadas dice? Está en coma, no despertará en mucho tiempo. Las musas le abandonaron hace unos meses porque se cansaron de esperar a que escribiera, a que las ignorara, a que perdiese tiempo haciendo cosas racionales.
Las relaciones no deben dejarse enfriar. Son como la sopa, fría no cura por mucho que cantes lindo gatito.
-Enfermera: ¿Triste que una persona se acomode a que la pareja siempre esté allí y no haga nada para demostrarle su cariño, verdad Doctor Cactus?
-Médico: Peor es que un limón deje de leer y de escribir. Solo tiene que mirar a nuestro paciente. Ha perdido toda su esencia. Y lo peor de todo es que no ha podido despedirse de nadie porque cuando quiso cogerse unas vacaciones bloggeriles ya  carecía de gracia alguna.
-Enfermera: El pobre qué pena me da...
-Médico: ¡Él se lo ha buscado! Yo le aconsejé unas vacaciones lejos de todo. ¡Pero no señor!Tenía que trabajar, que hacer tal curso, apuntarse a tal otra cosa que poco le interesaba, dejar de hacer deporte, pelearse con las administraciones públicas, convertirse en payaso y qué otras cosas más sin sentido. Conclusión y fatídico final: Depresión, jaquecas constantes, malestar general, insomnio y trastornos del sueño varios a cada cual más extraño y estrafalario, además de la muerte creativa.
-Enfermera: ¿Cree que se recuperará, Doctor Cactus?
-Médico: ¡Eso espero! Siempre me llevaba la contraria, pero nunca conseguía discutir con él. Cuando creía que lo iba a sacar de sus casillas callaba como si fuera mudo y eso más me enfurecía. Ojalá despierte  para decirle...
-Lemon: Las palabras son de plata y el silencio es de oro.
-Enfermera: ¡Ha hablado! ¡Ha hablado!
-Médico (ojiplático): ¿Cómo va a hablar con el tubo en la boca? Será una ventosidad...
-Enfermera: ¡Que sí! Que yo no estoy loca.
-Médico: Ya...la 5ª planta está llena de pacientes con camisas de fuerza que afirman lo mismo que usted.
La enfermera se retira ofendida con el rabo entre las piernas.
-Médico: ¿Me estás vacilando, verdad Lemon?

domingo, 2 de junio de 2013

Premios vol. I

Dicen que con la práctica se consigue la perfección. Un limón aquí presente desconoce si esta afirmación es del todo cierta, y se niega a reafirmarla, pero sí que reconoce que la falta de práctica desemboca en torpeza, desgana y desaparición repentina del cibermundo. Por eso decide volver con una entrada corta nada habitual por este blog.
Se trata de un premio. No es el primero al que nos nominan, pero sí es el primero que publicaré, porque se van acumulando (sí, yo tampoco me creo que merezca premio alguno después de dejar mi preciada tetería llenita de telas de araña, pero las carpitas sí que han estado al pie del cañón).
Así que muchas gracias Sirenita :)



Se trata de un premio excesivamente complejo: Hay que responder una pregunta, citar tres reseñas y nominar a nueve blogs:

-¿Te gusta la lectura? 
-¡Qué preguntas me haces, Sirenita! Sí, me gusta mucho leer, pero sabes que soy infiel por naturaleza. Leo demasiadas historias a la vez y, en consecuencia, tardo en terminar los libros. No me gusta romperle el corazón a nadie.

-Indicar uno o más libros que leíste y su reseña:
Como no quiero prolongar más el tiempo hasta publicar esta entrada (no publico desde febrero) voy a nombrar tres libros que me han gustado, ya he reseñado a mi manera y enlazarlos:

-Ahora viene lo difícil. Las nueve nominaciones:
Puesto reservado para todos aquellos que quieran hacer el tag.
(ya sé que es trampa, pero ¿Qué esperaban de un Limón?)

P.D.: Gracias por haber estado ahí en mi ausencia y por alimentar a las carpitas. Me ha alegrado "volver a casa" y ver que "había cartas en el buzón".

domingo, 24 de febrero de 2013

Sin gafas y a lo loco

Para lo que hay que ver, según que días, con un par de dioptrías  basta. Y es que tener falta de vista puede ser una ventaja, porque siempre habrá cosas que preferiríamos no haber visto:

-Ese coche que voló por los aires en Alcobendas City después de que uno de policía, que se había saltado un semáforo, le diera un buen golpe.
-Ese perrito abandonado en la calle que no puedes quedarte pero que si llamas a la perrera lo sentenciarás a muerte en tres días.
-A esos seres medio psicólogos medio pacientes que tanto te cuentan todos sus problemas para que los lleves un ratito por la acera a modo de animal de carga, como te interrogan hasta la médula sobre asuntos que no les incumben en absoluto.


Si uno prefiere tener un día menos "molesto" puede probar a tener una ceguera controlada y dejar en casa las gafas  aún a riesgo de ser tachada de maleducada, pues si os ocurre como a servidora no distinguiréis a nadie a más de 7 metros y podréis absteneros de saludos innecesarios.
De hecho, tengo una norma para distinguir a conocidos entre píxeles borrosos. Si no saluda, no saludo. Y si saluda hay dos opciones:
Opción 1: Saludar aún a riesgo de no conocer a la persona (ya te enterarás en su debido momento de que esa mano que asomaba por aquel balcón era de Afri).
Opción 2: No saludar, pues conozcas o no a esa persona siempre tendrás escusa.
Hay días en los que mis gafas favoritas son las de la piscina, pues se me empañan tanto que apenas veo con ellas. Pero todo tiene sus inconvenientes, por lo que: Chico, sí tú, el que me saludó hace más de medio año en un paso de peatones. ¿Quién eres?

viernes, 22 de febrero de 2013

Las Ninfas

La primera novela que me conseguí terminar este año fue "Las Ninfas" de Francisco Umbral. Se trata de una  muy Rococó, recargada como la que más. En ella el autor muestra un manejo sublime de la palabra y una envidiable facilidad para la descripción. Utiliza imágenes sencillas y las adorna como si fuesen un árbol de Navidad. Lo bueno es que si uno sabe ver entre tanta guirnalda puede descifrar el verdadero mensaje.
Podríamos pensar que por la época en la que fue escrito este libro tenga muchos dobles sentidos para poder burlar la censura que acababan de dejar atrás pero seguía en sus mentes. En cambio, nada más lejos que la verdad, este escrito es de lo más explícito; aunque el lenguaje elevado y las múltiples florituras disimulen muy bien lo que está diciendo.
Se trata de una novela pseudobliográfica, escrita en primera persona, en la que cuenta la historia de un joven que aspira a ser escritor. Describe el camino que toma, unas veces más conservador y otras más liberal. Casi siempre irá acompañado de alguno de sus amigos: figuras antagónicas que podrían representar a un ángel y a un vándalo. Menos cuando relata la el placer y la vergüenza que experimenta y sufre en cuarto azul en el que se da placer con todo lujo de detalles. No pueden faltar los amoríos de la adolescencia, conservadores y puritanos a la vista, viciosos o enfermizos en la oscuridad. Hay que guardar las apariencias, pero mientras más rosa es el envoltorio más pica el caramelo.

El qué dirán convierte a jóvenes desenfadadas en monjas y a quién desee seguirlas en un descarriado.
La iglesia también desempeña un papel crucial, pues condiciona el comportamiento de los personajes.
Así pues, relata cómo obtiene la madurez sexual a partir de sus primeras experiencias. Se podría resumir como "fap, fap and feel like a Sir". (Si consigues entender esto es que pasas demasiado tiempo frente a "Cuánto Cabrón").
No sabría decir cuál es el target de este libro: Está muy bien escrito en cuanto a su forma y esto podría gustar a todo el que aprecie las florituras. En cambio, la historia erótico-sexual está descrita por un hombre (cuando estamos acostumbrados a lo contrario por norma general) y esto puede chocar a según que lector. De manera que hay quien le pueda parecer vulgar. También puede que el libro simplemente no guste por el simple hecho de que el autor está muy presente en su obra y  puede que desvele más de lo que él mismo se imagina. El autor tiene una personalidad fuerte y un tanto egocéntrica que resalta en la obra pese a que esta sea una autobiografía algo inventada, o al menos eso creo.
¿Y ustedes que piensan de decir algo simple con unas palabras impronunciables u obsoletas?

sábado, 12 de enero de 2013

Familia no hay más que una y al perro lo encontramos en la calle

El título ya de por sí llama la atención. Se trata de una obra de Gomaespuma. Si bien estos cómicos en acción me parecen de lo más aburrido, sus libros me hacen bastante gracia. Este en concreto juega con los arqueotipos de una familia normal y corriente.

La caracterización de cada personaje es el punto clave de esta lectura: El niño tímido, la niña salida, el pasota al que mejor le preguntamos las que ha aprobado y no por las que ha suspendido, pues las matemáticas también le han quedado y probablemente nos de una cifra errónea. También está el padre harto de todo y la suegra que no podía faltar (entre otros).
Aparte de los personajes están las situaciones cotidianas que estos protagonizan: las vacaciones de verano, la comunión del pequeño, el novio de la niña, etc.

Es un libro ligero, tanto en sentido literal como figurado. Pues no llega a las 200 páginas y tiene un vocabulario y unas construcciónes sintácticas que hasta un niño de ocho años puede leer. Otra cosa es que entienda todos los matices, pues la semántica está algo más trabajada y en ocasiones puede desvelar un juego de palabras con dobles intenciones.

Pero tanta facilidad tiene sus inconvenientes, pues el libro tiene más errores gramaticales de los que puedo tolerar. Puede que algunos sean intencionados, con el afán de reflejar lo cotidiano, como por ejemplo en los diálogos de los personajes. En mi opinión esto está justificado, ya que intenta recrear una situación concreta con un registro determinado. Lo intolerable es que aparezcan reiteradamente laismos, queismos y dequeismos en descripciones (pues esto hace que me sangren los ojos).

En mi opinión es un libro "de playa" de esos que eres capáz de leer y a la vez puedes esquivar los balonazos de esa plaga de niños que desborda las costas en verano. Uno que requiere poca atención y aún menos capacidad de concentración.

¿Qué opináis de este tipo de libros poco trascendentales y de temática trivial?

domingo, 6 de enero de 2013

Muerte sin resurrección

La Semana Santa está a la vuelta de la esquina. Con ella sus procesiones; sus cucuruchos andantes; la gente tirando pipas al suelo para que los que vayan descalzos no pasen tan a la ligera su penitencia; la maratón de, al menos, siete iglesias por la mañana para... algo (no recuerdo ahora mismo el qué); por supuesto, las confesiones, el viernes sin carne y en Canarias el cherne con papitas arrugadas.
Pero no estamos en el archipiélago. Tampoco vamos a ir a misa en toda la semana. Solo a confesarnos, que nunca viene mal ausustar a un cura para hacer su vida más emocionante y llevadera. Eso sí, como ya están curados de espanto,mejor nos inventamos algo, una historia de ciencia ficción. Pero y si nuestras confesiones estrafalarias no fuesen una invención. Nadie lo sabría, pues es secreto de confesión.
Nos ubicamos más al norte. En Galicia. Entre Vigo y Ourense (según San Google, dos ciudades bien diferentes).Como en cualquier otra zona geográfica las relaciones nacen, crecen, algunas se reproducen y casi todas mueren. Pero, aunque esto último suceda, siempre quedarán las fotos de las fiestas, el calor de los besos, el recuerdo de las caricias, el dolor de una paliza o el olor a vómito. También estará el egoismo, la lejanía, o un mero cambio que ha hecho que la relación se corte.
Dicen que donde hubo fuego cenizas quedan. Pero ¿se pueden barrer con facilidad? Dicen que uno perdona, pero no olvida. Nuestra protagonista, en cambio, es de las que opina que el único que perdona es el todopoderoso, pues ella no piensa hacerlo. Si sois de los que pensáis que la venganza es un plato que se sirve mejor frío empatizaréis con ella sin problema.
El resto de personajes son bastante arqueotípicos, de manera que seguro que todos osotros conocemos a alguien "así" y podremos ponerle cara. Si hacemos esto, puede que el corazón nos dé un vuelco de vez en cuando, pues el autor juega con los lazos afectivos y la vida cotidiana que cada personaje intenta hacer perfecta. Si les ponemos cara podremos vivir la historia con más intensidad, porque podremos imaginar qué pasaría si fuese ese personaje y la repercusión que podría tener su muerte en su entorno. Los ciberencantos, la felicidad del recién casado, el culto por el cuerpo, la lujuria sexual, la religiosidad e incluso el amor de una madre estarán presentes a lo largo de esta obra.
Este hecho nos hace sentir a través de los personajes y con esto  la novela adquiera un ápice de "psicomanipulación", por llamarlo de alguna manera. Pues hace que nos pongamos en el papel de estos, que vivamos en la piel de los que quedan y sufren al igual que en la de los que sufren y se van. Y aprenderemos que no debemos olvidar nunca una cara ensangrentada.
Roberto Martínez Guzmán nos invita a pasar una Semana Santa algo más movida, sin perder el cariz trágico que caracteriza a esos siete días. Se trata pues de un eje cronológico cerrado y extraordinariamente estructurado. Es lo que más me gustó del libro. Daba gusto ver cómo todo iba encajando en la historia. No hay cabos sueltos, todo encaja aunque al principio no sepamos por qué. Cierto es que de lo lógico que es todo antes de llegar al fin de semana puedes hacerte a la idea de cómo va a seguir, pero aún así el final no tiene por qué ser el que uno espera.
Se trata de una novela negra que me recuerda al caso del "asesino de la baraja". Juega con debates de la vida misma: ¿A qué estamos dispuestos a llegar por amor? ¿Es cierto que de amor al odio solo hay un paso? ¿Somos egoistas? ¿Es verdad eso que dicen de que "por la boca muere el pez"? ¿Cuál es nuestro talón de Aquiles? ¿Somos las mujeres frías y manipuladoras o solo es una de nuestras armas?
Podemos ver  cómo afrontan estas cuestiones los integrantes de esta novela, pero ¡tened cuidado! De leer la obra de noche pueden aparecer los personajes en vuestros sueños y acabaréis llorando. Eso sí, después os despertaréis y le diréis a quien os ha dejado el libro (o a quien se lo hayáis quitado) que cuando salga la peli quereis ir a verla (basado en hechos reales, palabra de Limón).
El lenguaje es sencillo, las estructuras sintácticas simples pero no paupérrimas, todo lo contrario. La sencillez hace que sea fácil de leer y que enganche con más facilidad. Además, para ser una primera edición el trabajo del corrector está bastante logrado.
La tipografía es cómoda y grande, ideal para regalar a alguien a quien no le guste mucho leer o tenga falta de vista, por ejemplo. Y a quien esté habituado a la lectura se le enfriará la taza de té de naranja y cuando se dé cuenta estará ya en la página 70 del libro y no podrá parar de leerlo. Irá a hacerse otra infusión y el libro habrá sido secuestrado por quien menos te lo esperes. Pondrás carteles y lo encontrarás con un marcapáginas que no era el tuyo y en las manos de una potencial spoiler que es sangre de tu sangre. Rescatas el libro antes de que te desvelen algo que no has leído y prometes a la secuestradora leertelo rápido para dejarle de nuevo a su rehén.
Eso sí, si queréis evitar spoilers, leed el libro rápido, escondedlo si no tenéis tiempo de hacerlo y no leáis el prólogo hasta el final. Yo leí la mitad antes de empezar el libro y me "enfadó" un poco, porque, en mi opinión, desvelaba demasiado. Ahora bien, al intentar hacer la reseña me he dado cuenta que es casi imposible hablar del libro sin desvelar nada de él y he entendido a la blogger. Pero no me malinterpretéis, yo no hubiese podido escribir un prólogo mejor, solo aconsejo leerlo al final.
Se trata de un título nuevo, que acaba de salir en papel hace menos de un mes. Apareció primero en formato digital y fue uno de los más leídos durante semanas, cosa que no me extraña. Incluso fue el más leído en gallego (está en las dos lenguas, por si os interesa). El boom que ha tenido me recuerda al de Paco León con Carmina o Revienta cuando sacó su película en todos los formatoa a la vez, con la diferencia de que Martínez Guzmán no es (aún) tan conocido.

 ¿Vosotros lo habéis leído?