domingo, 27 de noviembre de 2016

Once minutos

Un libro cargado de pulsiones que logra transportarte al mundo de la noche, de los sueños, de las realidades.Una historia de amor y libertad.
Priman las sensaciones y las impresiones de la protagonista. Podría decirse que se aprecian algunos paralelismos con Valerie de "diario de una ninfómana", ya que, tienen la misma edad y las mismas intrigas aunque difieras en el estatus sociocultural.
Once minutos hace referencia al tiempo medio que dura un encuentro sexual. Un intervalo efímero, o quizás interminable. En el que puede sorprenderte el efecto somnífero que ha tenido en tu amante, sin haber comenzado siquiera la fiesta; o darte tiempo de repasar la lista de la compra y desear que todo acabe lo antes posible. Un día esos once minutos se convierten en la fiesta de ese sueño del que no quieres despertar.
Normalmente es escuchar "Pablo Coelho" y echar a correr despavorida.
Para expresarlo de una manera más eufemística digamos que este autor, por norma general, no consigue cautivarme. Aún así, con "Once minutos" ha logrado llamarme la atención, pues desaparece o, al menos se disimula muy bien, el componente autobiográfico del escritor. En otras obras suyas he tenido la sensación de que no paraba de hablar de sí mismo.
Pero esto es bastante personal puesto que hay otros autores que derraman su ser en sus escritos y no me aburren ni me molestan, sino que me causan interés. Pues no aprecio egolatría sino gotas de su esencia.

domingo, 20 de noviembre de 2016

Autoestima

Esos días de cielos despejados hacen que muchas personas se sientan mejor que de costumbre. También puede haber nubes, yo personalmente las prefiero, pero estas serán traslúcidas y dejarán penetrar la luz del astro.
Tu abuela puede estar junto a ti, pero como si no tuvieras (pobre mujer).
Uno de esos días en los que en vez de echarte flores te tiras el jardín entero encima. Claro está que con esa actitud una acaba llena de tierra y de estiércol. Pero a las plantas les sienta bien y no es obligatorio hacer la fotosíntesis para que te guste el sol.

domingo, 13 de noviembre de 2016

Inflexión

Dicen que la rutina hace que mueran las relaciones, que hacer "siempre lo mismo" rompe la magia, que lo bonito es sorprender cada día, que los detalles marcan la diferencia y que la monotonía destruye lo especial.
¿Pero qué ocurre cuando lo especial se convierte en monótono y echas de menos una bonita rutina?
De repente te despiertas por la mañana. Los pantalones te quedan grandes y la camisa también; el pelo lo tienes como una aulaga y las legañas aún pegadas.Ya no tienes sueño y te divierte despertar a quien aún duerme. Desayunar aunque no tengas ganas. Hacer pasatiempos y escuchar música mientras alguien intenta estudiar jeroglíficos del siglo XXI. "Cantas" en voz alta y haces que su tarea sea aún más difícil. Ya está terminada. Aunque una tarea no está acabada hasta que no es celebrada.
Das un paseo por las calles que ya conoces. Rememoras recuerdos: Unos duelen; otros, que también puede que hagan daño, te hacen sonreír. Sabes que la felicidad es efímera y eso te entristece.
Una taza de té pides. Ardiendo te la sirven. Las manos te calienta. Hasta que no te vas a marchar no te la bebes. Tus entrañas reconforta hasta que el placer desaparece.
Vuelves a las calles, vuelves a tu vida.